La primera uniformización horaria se realizó en Gran Bretaña por parte de las compañías ferroviarias que crearon el Railway Time (la “hora del ferrocarril”) en 1840, basándose en la hora de Greenwich (el actual GMT), lo que provocó que todo el país adoptara dicho horario de forma extraoficial, hasta que en 1880 se hizo oficial. Este hecho, unido a que otros países como Estados Unidos y Alemania ya habían adoptado soluciones similares de uniformización horario provocó un intento de uniformización horario a nivel mundial.