Los españoles somos gente gritona y ruidosa. No hay más que darse una vuelta por cualquier otro país para comprobarlo. No sé qué nos pasa, pero cuando nos juntamos varios españoles en un bar, nos da por gritarnos los unos a los otros. Para quienes sufren el ruido, resulta crispante que llegue el buen tiempo, que empiecen a abrir las terrazas de los bares y que la gente salga a la calle. Y es un poco triste, pero muchos vecinos están deseando que llueva para disfrutar de un poco de silencio.