Está claro que no asistiremos mañana mismo al funeral del PC (ordenador personal, tomado en sus distintas variantes: ordenador de escritorio, portátil, etc.), pero también parece más que claro que el fin del reinado del PC llega a sus últimos días arrastrado por los avances tecnológicos en otros ámbitos. Ya lo estamos viviendo, pero la penetración de los PC en nuestras vidas es tan fuerte que cuesta ver que su elevada penetración es un indicio mismo del comienzo de su declibe.