Irán planea crear cinco centros de rehabilitación para tratar a miles de drogadictos en las provincias de Isfahan, Kerman, Jorasan, Sistan-Baluchistan y Teherán. Cerca de 60 millones de dólares serán destinados a construir estos centros. Los adictos, que están siendo introducidos por sus familias, recibirán tratamientos médicos para acabar con el hábito y recibir una formación profesional. Según las cifras publicadas por las Naciones Unidas, Irán ocupa el primer lugar entre los países que tratan de impedir la entrada de drogas a su territorio