A punto de perder a sus hijos porque el mundo de mentiras que fue construyendo se ha derrumbado de la forma más estrepitosa. Una mujer desquiciada, humillada y desprestigiada, que ha perdido todos los procesos judiciales que inició con mentiras e invenciones, que acabará con una condena de cárcel y, lo que es peor, que puede terminar perdiendo a sus propios hijos porque los tribunales lo que aconsejan es que sea internada para curarse de un “funcionamiento psíquico gravemente patológico, asociado a una desorganización mental”.