En los 1970, el psicólogo Libet demostró que el libre albedrío no era como creíamos, el cerebro inicia las acciones antes de ser consciente de estar tomando la decisión de llevarla a cabo. Al tomar una decisión creemos haber sopesado pros y contras, y haber madurado nuestra respuesta, pero los experimentos demuestran que no sabemos exactamente qué nos ha llevado a tomar una decisión. Defendemos nuestras decisiones aunque no sepamos qué nos llevó a ellas. Llegar a la verdad no es lo más importante, sino persuadir a otros de que llevamos razón...