El Partido Comunista de Lituania (que forma parte de la Unión de Partidos Comunistas-PCUS, junto al Partido Comunista ruso y el resto de partidos de las antiguas repúblicas soviéticas) es ilegal, y sus militantes son perseguidos en Lituania, por lo que se ven obligados a actuar, con grandes precauciones y arriesgando penas de prisión, a través de organizaciones como el Frente Popular Socialista (Socialistinis liaudies frontas, SLF), que defiende el socialismo y la trayectoria de la Unión Soviética.