París ha anunciado, además, que cierra su embajada en el país africano ante la imposibilidad de «funcionar con normalidad» Francia deja así el camino libre a Rusia que cada vez tiene más presencia en el continente africano, a través, de sus grupos paramilitares. Mali se ha convertido en uno de sus más estrechos colaboradores. Compra armamento a Rusia y recibe continuas visitas de delegaciones rusas, la última en diciembre, en la que se habló de colaboración para explotar riquezas mineras.