El encuentro en Moscú, el jueves, del presidente Vladímir Putin con los líderes de Irán y Omán, tras una visita el día anterior a Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, donde se reunió con sus máximas autoridades, trajo a primer plano el influyente papel que puede ejercer Rusia para detener el genocidio israelí en Gaza y establecer una paz justa y duradera en Oriente Medio.Analistas internacionales califican la gira como un paso audaz de Rusia, que muestra el fracaso de las sanciones instigadas por Washington para aislar a la nación eslava