«Soy de aquí de toda la vida, he cotizado durante quince años, llevo dos en el paro y ahora me vienen con estas... Me están volviendo loco...» Alberto C., 42 años, no da crédito a lo que le sucede. En junio se percató de que su Tarjeta Individual Sanitaria (TIS) de Osakidetza había caducado, así que acudió a su centro de salud, en el barrio bilbaíno de Santutxu, para renovarla. «Me atendieron muy bien, me dieron una cartulina provisional para tres meses y me dijeron que la definitiva me la enviarían a casa antes de que concluyera el plazo».