CCuando no obtenemos los resultados que queremos en nuestros esfuerzos militares, no culpamos a los soldados. No decimos: "Son estos soldados perezosos y sus hinchados planes de beneficios! ¡Por eso no se ha hecho mejor en Afganistán!" No, si los resultados no están ahí, culpamos a los planificadores. Culpamos a los generales, el secretario de Defensa, al conjunto del Estado Mayor. Nadie contempla culpar a los hombres y mujeres que luchan todos los días en las trincheras por poco dinero y escaso reconocimiento.
(Traducción en #1)