El futuro de España y Europa se quiere verde, descarbonizado, electrificado. Se quiere la neutralidad climática para el 2050 y ello anticipa un boom en la demanda de las materias primas que le son imprescindibles sea para sus baterías, para sus turbinas eólicas, sus drones, sus robots, sus chips… Para todo. Problema: estas, “críticas”, según la UE, aumentaron su número hasta 30 en la lista del 2020, la última. En el 2017, eran 27. En el 2014, 20. En el 2011, 14. Y vienen sobre todo de China; y de Brasil, de Chile y EE.UU. en América...