La Asamblea de Madrid se ha convertido en un esperpento. El pleno del pasado jueves lo evidenció, de forma más nítida que nunca, los malos modales de la presidenta Ayuso. Estamos acostumbrados a que en cada pleno se nos maltrate, no se nos mire mientras nos dirigimos a ella, no nos llame por nuestro nombre, o nos insulte. Pero lo que nunca había sucedido es que en tono desairado y hablando sobre un tema tan sensible como fue lo acontecido en las residencias de mayores donde se dejó morir sin socorro a más de 8.000 personas dijera que ella pasa

Respira profundamente, cuenta hasta diez y aprovecha este momento para mascullar mentalmente ‘donde esté el ibérico que se quite cualquier cosa’. Ahora expira y deja que el exorcismo gastronómico haga efecto para comprobar que hay vida más allá de nuestras fronteras. Ni necesariamente mejor ni necesariamente peor, pero una vida distinta que cuando habla de jamones, embutidos y chacinas tiene un fiel reflejo en la vecina Italia, donde el respeto por el cerdo y sus productos también se traslada hasta los andares.

Del monte adehesado a los más selectos compradores de Hong Kong; de vivir a base de castañas a colarse en el Olimpo de los jamones. La historia de La Dehesa de los Monteros, una pequeña explotación familiar ganadera en el malagueño Valle del Genal, es la prueba fehaciente del fervor que el jamón levanta más allá de nuestras fronteras.

Hoy hablamos de la venta de el jamón con tocino rancio, una práctica que no debería de realizarse.

Las palabras tienen gran capacidad de sorprendernos, lo mismo que las personas. Todos conocéis, por ejemplo, el adjetivo rancio. Su étimo latino rancidus significa ‘maloliente, podrido’ y con este sentido pasó al castellano (olor rancio, tocino rancio), aunque más tarde se usara también para calificar las cosas antiguas (rancio abolengo) y hasta las anticuadas (mentalidad rancia). Si seguís preguntando, la palabra os dirá que el sustantivo latino correspondiente a este adjetivo es rancor, de donde procede nuestro rencor.

Vídeo sobre cómo hacen un jamón muy parecido al español, en Yunan. Describe el proceso de salación y curación.

En tu comidas o cenas de Navidad es muy probable que incluya el jamón. En ese caso, quizás alguien comente que los pequeños…

La cadena de supermercados DIA vendió durante meses falsos ibéricos que posteriormente han sido calificados como no aptos para el consumo. Durante cuatro meses, DIA vendió estos falsos ibéricos de la marca Campo Noble. Y lo hizo con rebajas que llegaron hasta el 75%, sobre los ya de por sí bajos precios iniciales aplicados a estos productos. Dia incluso llegó a lonchear y envasar en sus charcuterías piezas del artificioso jamón ibérico de la firma Campo Noble que luego comercializó sin reflejar el lote, ni el código de trazabilidad sanitaria.