Este domingo, la población de esta antigua colonia española está de nuevo convocada a unas elecciones que, según denuncian las organizaciones de derechos humanos, serán una nueva farsa para poder darle a su régimen un barniz democrático. Obiang, experto en la manipulación más grosera de resultados electorales, ya ha ordenado detener a 10 opositores, cerrar el acceso a las redes sociales, cortar las líneas de móviles y prohibir la emisión de noticias provenientes de agencias extranjeras.