Hoy me he encontrado con una familia cuyos miembros se quedaron sin empleo hace ya tanto que ni recuerdan lo que es trabajar. Se les consumió el paro o cualquier subvención sin haber sido capaces de encontrar un nuevo empleo, ni él ni su mujer. Nada nuevo en estos tiempos. Llevan un par de años viviendo de la ayuda de Cáritas, que les da alimentos, les paga las facturas y dinero para gastos vitales. Pues culpan a todos, menos a ellos mismos: el gobierno, los bancos, etc. A los que más, a Cáritas porque no les paga la hipoteca y les busca empleo