Reformas del Código Penal, ordenanzas municipales, Ley Mordaza y Ley del ‘solo sí es sí’: todas han pauperizado a las prostitutas. Mis compañeras creen que la Casa de Campo era mágica, pero era la despenalización”. Habla Ninfa, una trabajadora sexual que llegó a ejercer en el parque madrileño en la breve etapa despenalizadora de la prostitución que vivió España. En ese momento que la prostitución no era ni legal ni ilegal, relata que la policía las respetaba y, mientras su situación administrativa estuviera regularizada, no las perseguía.