Prozac, medicamento contra la depresión consumido por más de cuarenta millones de personas en todo el mundo, simple y llanamente no funciona. Lo mismo puede decirse de otros antidepresivos similares, según un estudio que ha examinado toda la información disponible sobre ellos, incluidos los resultados de pruebas clínicas que los fabricantes decidieron en su día no publicar. Este completo análisis ha revelado que los pacientes mejoran, en efecto, pero no más que los sometidos a un tratamiento placebo. Artículo en inglés.