General Fusion, una startup en Vancouver, Canadá, afirma que es capaz de construir un prototipo de planta energética de fusión de aquí a una década, y hacerlo por menos de mil millones de dólares. A diferencia del proyecto ITER que se está desarrollando en Francia, de 14 mil millones de dólares, el enfoque de General Fusion no se basa en costosos imanes de superconducción—llamados tokamaks—para contener el plasma a altísima temperatura que es necesario para conseguir y sostener una reacción de fusión. Tampoco se requieren potentes láseres...