Lleva una detrás de otra. Cuando deja el tono institucional (si es que alguna vez lo cogió) califica de fábrica de parados a la comunidad de Andalucía, mezcla rey con ETA, o se jacta de circular a 150 km/h sin que le pare la policía (por cierto, algún representante de la policía foral ya ha salido a la palestra a pedir un poco de sentido común). Señor Sanz, por Navarra: tómese un largo descanso, que se lo ha ganado.