Si le preguntan cómo se ve a los 80 años, responde que guitarra en mano cantando en un bar de mala muerte. Lo lleva haciendo desde adolescente, aunque sin llegar a convertirse en estrella del rock. Dice que nunca ha tenido vocación de nada, pero se ha consolidado como un pope de la televisión. Y su presencia mediática le ha puesto en el punto de mira. Quizás por eso, a sus 64 años, con la edad de jubilación a un paso, advierte: “Voy a ir haciendo mutis por el foro”.