"Hay que obedecer las reglas del Estado, aunque sean dictadas por perezosos; así lo decía San Pablo ". Con estas palabras, el primer ministro italiano, Romano Prodi, volvió ayer a invocar la moral católica para combatir la evasión fiscal, en una carta publicada por el diario Il Corriere Della Sera. El miércoles, Prodi, católico practicante, había pedido a los sacerdotes que recordaran este tema en los sermones del domingo, ya que si robar es pecado, también lo es robar al Estado.