Pues sí, resulta que en la Grecia Clásica, entre guerra y guerra y en pleno clima mediterráneo, a la gente le da por pensar. Tienen a su alcance el conocimiento y el desarrollo de dos imponentes culturas (la persa y la egipcia), esta última de gran influencia en las matemáticas que desarrollarían los griegos. Y, como amigos ante una cajetilla de cigarros, comienzan a surgir escuelas de pensamiento, algunas de ellas de lo más disparatadas (al menos en apariencia). Es así como surgen los ahora conocidos como Presocráticos, con quienes solemos te