La polémica ha perseguido a 'La reina Cleopatra' desde mucho antes de su estreno en Netflix, pero siempre quedaba la duda sobre la posibilidad de que la docuserie mereciera realmente la pena. Por desgracia, todo apunta a que no es el caso, ya que la plataforma ha sufrido uno de los mayores varapalos de su historia con ella, pues ha sido destrozada sin piedad tanto por la crítica como por el público. Si nos fijamos en sus valoraciones en RottenTomatoes, 'La reina Cleopatra' apenas tiene un 10% de valoraciones positivas por parte de la crítica.

Si hay algo que demuestran los estudios es que solo las regulaciones del alquiler rigurosas y sin fisuras son capaces de limitar los precios y reducir las desigualdades. Ya apuntaba a esto Piketty, en Capital e Ideología, y lo confirma el artículo reciente de Kholodilin y Kohl. Así era, por ejemplo, la ley catalana que estuvo vigente entre 2020 y 2022, y por eso logró bajar los precios entre un 4 y un 6% en los municipios regulados, cosa que no sucedió en los no regulados. En cambio, cuando hay resquicios en la ley, el mercado los identifica mu

Eloína Núñez, gerente del área sanitaria de Santiago, impulsó la investigación contra una doctora de urgencias conocida por su papel crítico con las muertes de pacientes mientras esperaban a ser atendidos en los pasillos del Hospital Clínico de Santiago. el Sergas ha abierto un expediente contra la doctora Fátima Nercellas, a la que se acusa de sacar a dos pacientes del pasillo en el que esperaban ser atendidos para ponerlos en observación y acelerar su tratamiento.

En los últimos tiempos parece que está extendiéndose la idea de que la ficción debe ser placentera y agradable, y que los valores éticos y morales de los textos deben ir en consonancia con las convicciones actuales. No obstante, la literatura tiene que molestar para hacer pensar al lector. Tiene que resultar incómoda, tanto en su forma como en su fondo, para que quien esté ante ella se vea, en ocasiones, obligado a parar, levantar los ojos del libro y reflexionar acerca de lo que está leyendo.

Por ese tobogán de sombras, el lector se enfrenta con el hecho de que la novela de Tamames es lo más lejano a una novela marxista, en cualquiera de las acepciones en que se tome el término. Incluso es bastante evidente que, a pesar de todas las buenas intenciones del novelista, su obra es uno de los productos más claramente fascistas que conozco en literatura castellana.