En 1969, Manuel Torres y su esposa, Ángeles Medel, que regentaban una pequeña churrería en Premià de Mar, comenzaron a elaborar las patatas. Ya entonces, el negocio conoció éxito: la alta demanda llevó al matrimonio a abrir una fábrica, pero en ningún momento se descuidó la receta original ni el proceso artesanal. Hoy, más de cincuenta años después, se siguen seleccionando las mejores materias primas e ingredientes, para lograr un sabor, un aroma y una textura que las han hecho conocidas en todo el mundo. Sin campañas de marketing.