Como los mozos de escuadra, dirigidos por un consejero atildado y cromañoide, un vaina que se llama Felipe Puig, ignoran que viven y cobran en el siglos XXI, cualquier ha podido ver las escenas de su brillante operativo de desalojo. He visto, como ha podido verlo cualquiera, a policías repartiendo porrazos a jóvenes sentados que alzaban las manos ensangrentadas hacia ellos, he escuchado a policías llamando mierdas a los manifestantes en la cara, he vislumbrado a un guardia de metro noventa a empujar a una adolescente que no pesará más de 50...