Artur Mas se presentaba en estas elecciones como el “mesías”, el “salvador”, del pueblo catalán. Así lo dejaba claro su lema de campaña, “La voluntad de un pueblo”, con él al frente. Pero parece que no escuchó muy bien al pueblo. Al pueblo que no quiere recortes, ni desahucios, ni manipulación mediática, ni políticos corruptos… A Artur Mas, el gran estadista, le falló la brújula. Y así se ha quedado, con un 30,61% de los votos y 50 escaños pelados. A mucha distancia de los 68 diputados de la tan cacareada mayoría absoluta. Al presidente Artur