El ruso Maxim Lapunov se ha convertido en el primer gay que ha desafiado a las fuerzas de seguridad chechenas asumiendo las consecuencias que esto puede traer. Su intención es clara, quiere que sirva para denunciar públicamente la persecución masiva y las torturas que sufren los gays en su país y ayudar a otros a ser valientes y dar un paso adelante. Hace tres semanas Lapunov presentó ante el Comité de Instrucción una denuncia pero no obtuvo ninguna respuesta por parte de las autoridades rusas, por lo que ha decidido contarlo públicamente.
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