A un lado, Pedro Sánchez lo apuesta todo a TVE y busca sumar al apoyo seguro de La Sexta la caridad de Antena 3. Y al otro, Alberto Núñez Feijóo pone sus esperanzas en la tele de mayor audiencia y que Vicente Vallés y Susanna Griso sean más devotos del PP. En Telecinco, hundida en una crisis de identidad, la derecha confía poco, acaso ganar el fervor de Ana Rosa Quintana a su regreso. Lo demás es territorio comanche.
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