El supuesto asesino de Raquel, de 32 años, en Palencia, se habría arrojado a las vías del tren después de cometer el crimen. Se arrojó a un paso no autorizado a las vías y cuando los agentes fueron a su vivienda a comunicar la muerte, una niña de siete años abrió la puerta. Estaba en la casa con su hermano y madre muerta.
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