En El Salvador te pueden matar por cuidar a la hija del presidente, como le pasó a Misael Navas. O por dar clases en una zona que se disputan las pandillas, como a Sandra Rivera. O simplemente por meter un gol en un partido de fútbol a un equipo de pandilleros. Ese último fue el caso de Cristian Alexander Campos Sosa, de 19 años, asesinado el pasado 23 de febrero, en San Martín, unos 18 kilómetros al oeste de la capital, San Salvador.
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