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Una molécula prodigiosa (II)

Cuando Albert Hofmann -que andaba investigando sobre los alcaloides del cornezuelo de centeno-, tropezó en 1943 con lo que él mismo llamó LSD-25 y se intoxicó por contacto con esta sustancia, supo inmediatamente que había descubierto algo muy importante, algo disruptivo

| etiquetas: lsd , terapia
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