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La invisible esclavitud del apego

El control, los celos y el afán de poseer nacen del miedo a perder lo que se tiene. Son enemigos sutiles que destruyen la confianza y la libertad. Aunque pueda parecer lo mismo, el apego es lo contrario del amor. En un primer momento, sufrimos por querer lo que no tenemos. El deseo nos lleva a poner nuestro foco de atención en alguien o algo muy concreto, como por ejemplo la persona que nos gusta, el trabajo soñado, más tiempo libre o un coche deportivo. Sin embargo, por el camino nos olvidamos de lo que verdaderamente necesitamos.

| etiquetas: apego , deseo , felicidad , libertad , sufrimiento

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