Aquí comienza esta historia de tres hermanas que salvaron la vida a más de 500 judíos. Las tres hermanas nunca comentaron aquella operación tan arriesgada a nadie que no fuesen ellas y quienes formaban la red que habían tejido para evitar la muerte de judíos. El nombre de aquel flaco judío-alemán de los ojos azules, llegado de Lyon, de donde se había escapado del campo de concentración con un asturiano al que las balas nazis mataron tras la huida, fue uno de los muchos que Lola y sus valientes cómplices se llevaron a la tumba.
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