Esta semana contábamos el caso de una enferma que con varias costillas rotas pasó siete horas en la sala de esperas de urgencias del Chus esperando a ver a un médico. ¿Es una situación excepcional?. Mi expediente fue una represalia por la denuncia en fiscalía del paciente, que me pasaron un cadáver a críticos un día y que decidí que aquello no podía quedar en silencio. Es lo único que pude hacer por aquella persona que murió en un pasillo sin atención médica y en silencio. Fue indignante y doloroso. Nunca me arrepentí de haberlo hecho.
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