En 1902 unos obreros de la construcción se llevaron un buen susto mientras trabajaban en la construcción de unas cisternas en Paola, una localidad en el sureste de Malta, a unos 5 kilómetros de la capital, La Valeta. El suelo se agrietó y por el agujero pudieron atisbar que allí había una enorme cavidad. Se trataba de un hipogeo, un laberíntico complejo subterráneo excavado entre los años 4000 y 3000 a.C. durante el Neolítico, y que constituye el único templo subterráneo prehistórico conocido.
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