La mayoría de los pulpos se reproducen una sola vez, al final de su vida, y a partir de ese momento entran en senescencia, un período de declive de unos meses de duración marcado por la disminución de la coordinación y la ingesta, la descomposición de los tejidos e incluso la autocanibalización. La evolución dotó a esta especie competitiva y de crecimiento rápido de un sistema interno de autodestrucción.
|
etiquetas: pulpos , biología , evolución
¡Son como los meneantes!