Hace tres años, en toda España ocurrió un extraño fenómeno que pasó desapercibido para muchos ciudadanos. "Los bares dejaron de poner almendras y empezaron a servir cacahuetes", resume el biólogo Federico Dicenta. En el país con más hectáreas de almendros del mundo no había almendras. Su precio se multiplicó por cinco hasta llegar a los 10 euros por kilo en el campo. “Los turroneros empezaron a usar maíz o trigo inflado”, prosigue Dicenta. Comenzaba “el boom de la almendra”.
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