Lo hueles y lo degustas a diario en muchos productos, como golosinas, chicles o galletas. Y no es la primera vez que oyes hablar de él. Se trata del aditivo E171, del que se lleva tiempo poniendo en tela de juicio su seguridad. Ahora, una nueva investigación vuelve a ponerle contra las cuerdas por su forma de poder perjudicar la salud. El debate lleva años abierto. Mientras la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) determinó en 2016 que no existía riesgo para la salud, las autoridades francesas han prohibido..
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