"Vinieron a cenar una pareja con su hijo. Les atendió una chica de origen argentino, que acaba de llegar a Roses. Pues bien, les cantó la carta en castellano. Ellos le exigieron que lo hiciera en catalán. Estábamos a tope de trabajo, la chica se había ido llorando al baño y estaban provocando un incidente", así que les invitamos a irse. La familia se marchó, "malhumorada e insultando". Un perfil anónimo ha relatado la experiencia desde su punto de vista; su versión la han compartido hasta ahora más de 1.700 tuiteros.
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