El término surgió en el siglo XVII, en respuesta a un folleto contra la mujer escrito por un maestro de esgrima inglés llamado Joseph Swetnam. El folleto de 1615, titulado "La comparecencia de mujeres lascivas, ociosas, perezosas e inconstantes", se publicó en medio de la ansiedad moderna y el debate sobre el lugar de las mujeres en la sociedad. Básicamente, un compendio de chistes sexistas. "Las mujeres están torcidas por la naturaleza", escribió Swetnam. Para él, incluso "la mujer más hermosa tiene algo de inmundicia en ella".