Carmen Broto apareció en una fosa con la cabeza abierta en 1949. Su novio declaró que la había matado junto a su padre para robarla. Luego se retractó y la censura del régimen impuso el silencio. Empresarios como Ramón Pané, que le compró un piso y la mantuvo durante año y medio; Julio Muñoz Ramonet, uno de los hombres más ricos del país, le regaló otra vivienda... Hubo quien como Juan Martínez Penas, boyante promotor teatral, la utilizaba de tapadera para ocultar su homosexualidad.
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