En este preciso milisegundo, millones de españoles están quedando para quedar en algún momento del futuro imposible, más o menos conscientes de que hay un 99,9% de probabilidades de que eso nunca ocurra. Es puro ritual de cortesía, que una vez intenté romper y quedé como un rancio: “Da igual, no vamos a quedar, pero no hace falta: me ha gustado verte”. A mí me pareció de lo más cariñoso que se le puede decir a nadie.
|
etiquetas: caña , defensa , relaciones , superficiales