El rediseño de zonas urbanas de Barcelona por los Juegos les dio mejores servicios y acceso al mar, pero elevó los precios y trajo la gentrificación, con aumento de los alquileres (145% del 86 al 93) y un descenso de viviendas sociales de un 6% anual. Pero el crecimiento turístico de Barcelona siempre estuvo por debajo del de Venecia, Florencia y Lisboa y no repuntó hasta 1998. No hubo 'efecto olímpico'. Todo tras un enorme gasto. Solo en la ceremonia de aperturaPekín gastó 343 millones. Quizá la única forma más rápida de gastar sea la guerra.
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Barcelona 92 nos lo vendieron como algo increíble (o eso recuerdo), pero en el fondo fue un enorme error urbanístico. Luego además hicieron un enorme nudo en la Plaza de las Glorias Catalanas que estaba mal planteado a nivel de circulación o urbanístico, y lo han tenido que reformar 20 años más tarde.… » ver todo el comentario
Si lo veo antes, voto microblogging.