Un megaterio no es algo a lo que quieras enfrentarte armado solo con una lanza. Estos colosos de cuatro toneladas alcanzaban los cinco metros de alto cuando se erguían, y sus largos brazos terminados en garras como cuchillos eran más que suficiente como para disuadir a la mayor parte de depredarores... salvo a uno. El único animal lo bastante loco como para querer cazar activamente un megaterio no es otro que el ser humano. Un grupo de paleontólogos acaba de publicar un estudio que teoriza cómo hacían nuestros antepasados hace 10.000 años.
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