Este pez, de la familia del rape, tiene que soportar la carga de vivir a unas profundidades de hasta 2000 metros. Para alimentarse ha desarrollado un ingenioso sistema que consiste en una especie de linternita fluorescente que atrae a otros peces despistados, que son devorados sin piedad por este angelito (de ahí el nombre de pez pescador). Tampoco es que sea muy guapo (y de ahí su otro nombre de pez diablo).
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