La movida madrileña, mejor promocionada, llegó después, pero el caldo de cultivo estaba ya en la Barcelona subterránea de los Ocaña, Nazario, Montesol, Mariscal, Max, Gallardo, Mediavilla, Martí y el propio Onliyú, citando solo nombres ligados al cómic, la pintura y la escritura. Aquella efervescencia ha sido reconocida por otros madrileños que participaron de ella, caso de Ceesepe, o que venían regularmente a Barcelona para presentar sus trabajos en las proyecciones semiclandestinas de cortos ‘underground’, como Pedro Almodóvar.