En 1941, Hannah Arendt (Linden-Limmer, 1906 - Nueva York, 1975) visitó el cementerio de Portbou (Girona) buscando infructuosamente la tumba de su amigo Walter Benjamin. “El cementerio da a una pequeña cala, directamente al Mediterráneo, y está esculpido en terrazas de piedra; en estas paredes de piedra es donde se introducen también los féretros. Es con mucho uno de los lugares más fantásticos y hermosos que nunca haya visto en mi vida”, escribió a Gershom Scholem en una carta del 17 de octubre de 1941, desde Nueva York.
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