Cultura y divulgación
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Tigrán Petrosián: cuando el ajedrez es una trinchera

A los trece años empecé a trabajar barriendo calles en mitad del invierno. Era horrible. Por supuesto, en esos tiempos no había máquinas, así que tenía que hacerlo todo a pulso. Y yo era un muchacho débil. Me avergonzaba ejercer como barrendero; esta era una reacción natural, supongo. El trabajo no era tan horrible por la mañana temprano, con las calles aún vacías, pero cuando amanecía y las multitudes salían de casa llegaba a odiarlo de verdad. Me puse enfermo y perdí un año de colegio.

| etiquetas: ajedrez , armenia

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