“La razón de que la personalidad de mi hermano Paavo y la mía sean tan diferentes, como directores de orquesta, estriba en que él se formó en los setenta en la conservadora Estonia soviética, mientras yo estudié en el efervescente Nueva York de finales de los ochenta”, confiesa Kristjan [Järvi] a EL PAíS. Una diferencia que, en realidad, fue también la consecuencia de la emigración de toda la familia a Estados Unidos, en 1980. Neeme [Järvi] había tenido graves problemas con las autoridades soviéticas, tras el estreno de Credo, de Arvo Pärt
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