Los antiguos egipcios esperaban ávidamente las crecidas estacionales del río Nilo. Sabían que este fenómeno iba acompañado de la fertilización de los campos aledaños y de prosperidad. Por ello, el Nilo era profundamente respetado y venerado. En la actualidad, nuestra relación con los ríos ha dado un giro de 180 grados. Ahora los vemos como elementos hostiles a los que hay que domar y confinar, ya que de lo contrario pueden desatarse y destruir nuestros campos de cultivo e infraestructuras.
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Las torrenteras en Mallorca son un recuedo de los desastres que sucederían en su ausencia.
¿Lo de "la tierra negra" no te suena de nada?
En las zonas inundables no había ni casas ni infrastructuras, era terreno que cada año se cubría de agua, de hecho no tenían ni "tocones" para indicar el límite de la propiedad en la zona inundada, se calculaban con tocones situados fuera de esa zona.
No veo que relación tiene con arrasar zonas habitadas a excepción de que interviene un rio.